El seleccionado argentino se quedó con el título tras vencer a Brasil por 3 a 2 en tiempo suplementario.
No se trata del Mundial de la FIFA, sino uno alternativo, el de la Asociación Mundial de Futsal. Tal vez por eso la difusión fue distinta. Pero se trataba de una final entre la Argentina y Brasil. A cancha llena, en el polideportivo Municipal de Montecarlo, en Misiones.
La Argentina se convirtió en dueña absoluta del futsal en el mundo. En una final apasionante, polémica y disputada con mucho nerviosismo, venció 3-2 a Brasil en tiempo suplementario y se consagró en el polideportivo Municipal de Montecarlo, en Misiones. El título se suma al logrado por la selección que juega bajo las reglas de la FIFA, que fue campeón en Colombia en 2016. De esta manera, Argentina protagoniza un hecho inédito en este deporte: por primera vez desde que conviven ambas versiones, un mismo país se repite como rey.
La final tuvo todos los condimentos posibles, y aunque arrancó 1-0 para la albiceleste casi desde el vestuario (el misionero Antiveros abrió el marcador antes de que se cumpliera el primer minuto), en realidad hay que narrarla en sentido inverso. Porque Brasil, un equipo sin lugar para los lujos pero duro y tácticamente bien trabajado, había dado vuelta la historia con un tanto de Diego César en la primera mitad y otro de Leandro en el complemento, el tiempo se consumía y pese a la insistencia, el equipo que dirige Ariel Avveduto no encontraba los caminos hacia el empate.
Fue entonces, a 12 segundos para el bocinazo final, cuando los árbitros vieron penal en una mano en el área brasileña (en realidad, la había cometido el argentino Grasso). Ahí comenzó una larguísima ceremonia ya que Ronnie, el arquero de la verde-amarelha, alegó una lesión y, pese a que el reglamento dice lo contrario, se le permitió efectuar el cambio. El penal lo ejecutó finalmente Coltes y Tiao, el voluminoso guardameta suplente brasileño, le tapó el remate. La pelota salió por el lateral y del saque de banda llegó el rebote que le cayó al mendocino Mescolatti, quien estableció el 2-2 a 6 segundos del cierre.
Después, en el primer tiempo del alargue, fue Pires quien sentenció el choque entrando por el segundo palo. Y pese a que los brasileños tuvieron opciones para igualar, Argentina aguantó bien y desató el festejo en Montecarlo, sede del partido decisivo.
La Argentina se quedó con todos los premios. El goleador del Mundial fue Diego Koltes (10 tantos), el premio para el mejor jugador fue para Renzo Grasso.
En la historia
La Argentina ya había ganado el Mundial AMF. Fue en 1994 y también en Misiones. En aquella oportunidad le ganó la final a Colombia por 2 a 1. Ahora, con estos dos títulos quedó sólo a uno de los máximos ganadores que son Colombia (2000, 2011 y 2015) y Paraguay (1988, 2003 y 2007). Brasil tiene dos títulos, también (1982 y 1985), y Portugal (1991) y Venezuela (1997), tienen uno cada uno.