El comentario de Martín Sperati en Un día Perfecto.
En las últimas semanas se pusieron de manifiesto varios temas centrales irresueltos. Me voy a quedar con dos: Economía y seguridad.
En el plano de la economía tenemos la guerra contra la inflación. Antes combatida con un grupo de militantes que iban a controlar precios y con un secretario de comercio interior cuya única fórmula posible es la de congelar precios.
El tipo se para solemne frente a todos y te da la solución a través del congelamiento de precios y del ataque permanente a las empresas que no son de su agrado. Si congelar fuese la solución, congelemos los precios por cuatro o por los años que quieran.
Sin embargo hay una ley que no está siendo utilizada que se llama “ley de la competencia” que redactaron los legisladores con el objetivo de que en este país no haya prácticas abusivas en el manejo de los precios y para que no se concentre la actividad económica, porque distorsiona el mercado. Tiene la herramienta. No la usa. Eso se llama inoperancia.
Tenemos a un presidente que golpea la mesa y dice que va a comenzar la guerra contra la inflación. Y la primera medida presentada con bombos y platillos fue la de otorgar un bono como paliativo de su propia inoperancia.
El tipo se tomó un mes para comunicar un bono. Una medida asistencialista a costa de otros. Hasta ahora no supo o no quiso poner una medida que ataque al problema en su génesis. Seguimos poniendo parches a un tema que merece soluciones a la altura de las circunstancias.
Y aquí en Santa Fe tenemos a un gobernador que vino a poner de manifiesto la paz y el orden. La vara alta la puso el propio Perotti. No fue la oposición, no fuimos los periodistas. Fue el mismo Perotti que vino a decir que íbamos a vivir mejor en términos de seguridad.
Primero vino un gritón que se peleó con todo el mundo y que está sospechado en dos causas y después apareció un tipo más moderado que sigue con la misma anomia y los problemas se prolongan y nunca se resuelven.
Hoy el gran Rosario registra casi un crimen por día en lo que va de este año. ¿Cómo se llama eso? Inoperancia. Inoperancia viene de inoperante. Es decir que no opera. No realiza una labor que debería concretar.
En este país la ley de ética pública no ha sido reglamentada en su totalidad. ¿Qué raro no? Todo da igual.
El día que la dirigencia política pague por sus errores, seguramente su comportamiento será el apropiado para con el bien colectivo.