Enérgico y en campaña, Mauricio Macri llama a votar al gobierno aún con desesperación, desencanto y una economía que no lo acompaña.
Por Martín Sperati
Mauricio Macri sale a instalar el discurso del “esfuerzo” y el “sufrimiento” para encarar la campaña electoral en medio de una compleja situación económica a la que no le encuentra salida.
El Presidente se mostró enérgico, enojado y en modo campaña. Lo demostró en el Congreso Nacional y ayer en la entrevista concedida al periodista, Luis Majul.
En sus primeros años de gestión, el presidente se aferró a muletillas como el “segundo semestre”, “lo peor ya pasó” o “atravesamos una tormenta”. Pero luego de que la crisis se acentuara y ante la cercanía de las elecciones, el gobierno abandonó el optimismo y ya no pone plazos para la recuperación económica.
El jefe de estado en otro tramo de la entrevista dijo que ser Presidente “es el peor trabajo del mundo”, pero casi como haciéndonos un favor se vuelve a presentar en la contienda electoral como la solución concreta bajo el eslogan del “esfuerzo realizado y de la necesidad de continuar ese camino”.
Estamos viendo a un Macri a flor de piel, enérgico, con muchas ganas de transmitir buenas noticias y convencido de que en el momento decisivo la gente entenderá que no queda más que seguir adelante.
Tendremos que acostumbrarnos a un Presidente al borde del fastidio. Ese coucheo lo puede llevar a cometer muchos sincericidios. A tomar nota, Durán Barba.