Por Martín Sperati
Casi sin quererlo, una radio colega (Aire de Santa Fe) destapó una caja de pandora, cuyos elementos adentro eran motivo de elucubraciones, pero que de a poco pone a rediscutir la participación de las listas políticas en las elecciones.
Aparece una persona como apoderada, que no voy a nombrar, por cuestiones obvias, pero que estuvo detrás de los candidatos Saúl Perman, Juanjo Piedrabuena, Coty Hernandez, Miguel Tessandori, periodista de la ciudad de Rosario que logró dos bancas en el Concejo rosarino y hasta la hija del ex intendente de Paraná, Sergio Varisco.
Esta persona llamó a los mencionados y los puso a competir en las elecciones PASO. Como lograron el umbral que se necesita para pasar esa instancia, compitieron en las diferentes categorías.
ML hoy consiguió meter dos concejales en Santa Fe y dos concejales en Rosario. No tuvo la misma suerte con Coty ni con Lucía Varisco en Entre Ríos.
Lo cierto es que bajo la figura de la antipolitica, ML consiguió del Estado santafesino lo que se conoce como Fondo Político Permanente algo más de un millón y medio de pesos en concepto de impresión de boletas por la cantidad de votos conseguido por cada uno de ellos (122.500).
A nivel nacional cada partido (sin distinción si son grandes o chicos) recibió un dinero para imprimir casi 3 millones de boletas. Les pregunto dónde están las boletas que sobraron de Perman, de Piedrabuena, de Coty, etc etc.
En lo subterráneo uno puede ver que hay una suerte de kiosco. El Estado te da la guita, vos tenés que imprimir las boletas ¿Las imprimiste?
Pero hay una discusión de índole moral que tiene conflictos de interés con lo legal. ¿Una persona puede ser apoderada de varios partidos políticos? ¿De varios candidatos que manda a la cancha a competir?
Pero conozcamos un poquito más a ML. ML es un abogado que cuenta con causas penales abiertas en su contra por estafas en tres provincias: Chaco, Entre Ríos y Santa Fe. También el MPA tiene una denuncia en su contra en una estafa millonaria en una operación de compra de hacienda.
ML fue en su momento un hombre llegado al momo Venegas de la UATRE.
¿Cómo van a actuar los candidatos una vez que estén en sus bancas? ¿Podrán llevar adelante sus ganas de conectar los problemas con la solución? ¿O responderán a intereses subterráneos?
Alguna vez el negro Dolina tuvo una amigable discusión con Roberto Fontanarrosa. Fontanarrosa hizo una ponencia sobra las malas palabras, y este decía que no veía el porqué del mal trato hacia estas, no entendía su prohibición y las ponía como parte importante del lenguaje. “¿Por qué son malas las palabras? ¿Les pegan a las otras? ¿Son malas porque son de mala calidad?”, se preguntó el humorista rosarino en dicha ponencia, allá por el año 2004.
Dolina está a favor de esta prohibición, porque para él es lo que le da el efecto que tienen. Para él, «No es tan inocente una mala palabra como parece«.
Y coincido plenamente: “si no causa escándalo una mala palabra entonces el idioma se empobrece. Acá no se dicen malas palabras o las decimos cuando se trata de escandalizar o enfatizar algún asunto.
Y en este caso voy a recurrir a Fontanarrosa. La verdad nos hacen sentir como verdaderos PELOTUDOS.
El PELOTUDO que paga los impuestos. Que está en un sistema perfecto, donde si una boleta no está pagada te cortan los servicios.
EL PELOTUDO que quiere renovar el carnet o que quiere vender el auto. Te sale una multa en Neuquen y la tenes que garpar si queres el libre multa.
EL PELOTUDO que no fue a votar cansado de todo este lodo y más adelante se le complica hacer ciertos trámites si no paga la multa o tiene una buena causa por el faltazo.
EL PELOTUDO que quiere titularizar en un cargo (docente, personal de salud, etc) donde te piden el certificado de buena conducta.
EL PELOTUDO que si no le paga a la AFIP no puede facturar. Mientras tanto otros se quedaron con 8 mil palos.
Una persona con causas se puede presentar a una banca y nadie la ve.
Y un tipo con causas pudo colar varios partidos políticos y nadie lo vio.
Dejenme decirles que los PELOTUDOS nos vamos a cansar. Los PELOTUDOS estamos hartos de sus inmoralidades. No tiren más de la cuerda.
Cambien las leyes electorales. Hagan algo por la gente, por los PELOTUDOS.
Mirando el diccionario la palabra PELOTUDO refiere a “Dicho de una persona: Que tiene pocas luces“.
Ojo que esa luz se va a encender y nunca más se va a apagar. Prefiero ser PELOTUDO y no inmoral. Prefiero ser un PELOTUDO trabajador y no una persona cínica que utiliza las necesidades de la gente, les vende esperanzas y se queda con todo.
Con razón se matan por estar. Es muy rentable administrar esta decadencia. Cambien o los vamos a cambiar. No jodan.