Por Martín Sperati
El Gobierno anunció la incorporación de la Tarjeta Alimentar a la Asignación Universal por Hijo a partir de noviembre para que sus beneficiarios puedan retirar dinero en efectivo y también utilizarla para adquirir otros bienes que no sean alimentos.
Así lo anunciaron este lunes el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta,y la titular de Anses, Fernanda Raverta.
Los funcionarios explicaron que a partir de noviembre, el monto de la Tarjeta Alimentar pasa a depositarse en la cuenta de la AUH, así las familias “van a poder organizar mejor sus compras” y se amplían las posibilidades de consumo.
Podrán utilizar el dinero extrayéndolo del cajero o comprando con débito. Se trata de 19.000 millones de pesos por mes que el Ministerio de Desarrollo Social sumará a la AUH.
¿Me pregunto dónde quedo el espíritu que otorgaba la Tarjeta Alimentar?
Recordemos que la Tarjeta Alimentar nació con el objetivo de ponerle fin a la pobreza, combatir el hambre, garantizar la seguridad alimentaria y reducir las desigualdades.
De hecho, la medida fue aplaudida por la ONU (Organización de la Naciones Unidas) teniendo en cuenta la actual coyuntura.
La Tarjeta buscaba mejorar la calidad nutricional.
El gobierno nacional inyectó, vía Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, 185.000 millones de pesos durante 2021 para casi cuatro millones de niñas, niños y adolescentes con el objetivo no solo de que haya en cada hogar la comida necesaria sino también poniendo el foco en que se priorice el consumo de alimentos frescos para así mejorar la calidad nutricional. Este último elemento es clave para combatir el impacto negativo de la malnutrición en los índices de pobreza estructural.
La lectura es clara: netamente electoral. Necesitan poner platita en el bolsillo de la gente. Necesitan el efecto placebo pre elecciones.
Una medida, transitoria, pero muy buena como la Tarjeta Alimentar, que se utilizaba para comprar alimentos y cuyo fin era evitar la malnutrición, se transformó en dinero libre.
En lugar de educar. De enseñarles a comprar alimentos. Les dan platita. El plan contra el hambre queda totalmente en el olvido.
Es mentira que quieren terminar con la malnutrición. El problema de este país es que no tenemos conciencia frente a lo que se consume.