La Pulga brilló y anotó un triplete para el 3-0 del equipo de Scaloni en un partido histórico que marcó el regreso del público a la cancha.
El seleccionado argentino le ganó a Bolivia por 3-0 en una noche brillante de Lionel Messi, quien marcó los tres goles e hizo delirar a los 21.000 hinchas que volvieron a la cancha luego de un año y medio de ausencia por la pandemia de coronavirus.
En una noche histórica en el estadio Monumental de Núñez, Messi abrió el marcador con un golazo a los 13 minutos y en la segunda parte, a los 18’, amplió el resultado con una buena definición con la pierna derecha y a los 43’ cerró su cuenta personal con un gran remate luego de un rebote que capturó en el área.
El capitán “albiceleste”, que ya superó al brasileño Pelé en la tabla de goleadores históricos de los seleccionados sudamericanos con 79 tantos, fue nuevamente figura del equipo de Lionel Scaloni y también determinante para un nuevo triunfo del campeón de América en la fecha 10 de las Eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022.
A la espera de lo que suceda con el fallido clásico ante Brasil, Argentina llegó a los 18 puntos sobre 24 en juego y cerró la triple fecha con dos importantes triunfos que estiraron el invicto del ciclo de Scaloni a 22 partidos, con 14 victorias y 8 empates.
La presencia del nuevo jugador de Paris Saint Germain en casa es una garantía para Argentina en Eliminatorias ya que nunca perdió en los 25 partidos que jugó (17 victorias y 8 empates) y además aportó 16 goles.
Messi fue la estrella de una noche inolvidable para el hincha argentino que pudo celebrar el título de la Copa América luego de 28 años y disfrutó el retorno a los estadios.
El equipo de Scaloni no pasó por arriba a Bolivia, uno de los dos peores equipos de la Eliminatoria, pero le alcanzó con tener a Messi.
El guion de los primeros minutos parecía ya estaba escrito de antemano porque Argentina tomó el protagonismo de entrada para enfrentar el plan defensivo de Bolivia.
El equipo nacional tuvo la posesión de la pelota pero le costó encontrar los espacios y se repetía con tiros desde afuera del área.
Pero era la noche de Messi y solo él podía brillar en esta fría jornada en Buenos Aires. A los 18 minutos, armó una buena pared con Lautaro, se metió en el área y luego de un rebote cuando quiso definir de zurda, la pelota le quedó para la derecha y aunque no es su pierna hábil, lo dejó sentado a Lampe con un toque sutil.
El 10 tenía un imán con la pelota y solo sus arranques levantaron a los hinchas en medio de un partido manejado con piloto automático.
Para cerrar la noche soñada, el astro aprovechó un rebote de Lampe y con un zurdazo implacable convirtió su triplete.