De cara al martes 3 de noviembre y con el voto anticipado ya en marcha, los candidatos presidenciales se pronunciaron en dos foros paralelos con votantes.
El segundo debate presidencial, que se canceló luego de que Trump se negara a participar de forma virtual tras contraer coronavirus, se convirtió en sendos foros con votantes celebrados a la misma hora y transmitidos en canales rivales de televisión.
De un lado, el presidente Donald Trump, en Miami, vivió una acalorada noche en la que fue presionado por votantes y por la moderadora Savannah Guthrie sobre su respuesta al coronavirus, el supremacismo blanco, sus impuestos, la teoría de conspiración QAnon o sus planes para una alternativa al programa de seguro de salud Obamacare.
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El demócrata Joe Biden, desde Filadelfia, en un tono calmado y apacible, mostró su arrepentimiento por haber participado hace décadas en un proyecto de ley contra el crimen por el que ha sido duramente criticado y prometió que antes de las elecciones dejará en claro su plan sobre la posibilidad de expandir la Corte Suprema estadounidense.
Los foros paralelos generaron enfrentamientos y cuestionamientos incluso antes de su realización dado que NBC, la cadena donde Trump realizó su foro, decidió programarlo a la misma hora y fecha en que Biden había anunciado el suyo en la cadena rival ABC.
Muchos medios locales cuestionaron que la decisión afectaría al público estadounidense y dificultaría que se informase de forma oportuna, pero también fue visto como una “guerra de audiencias” no solo entre televisoras rivales, sino también entre los seguidores de ambos candidatos.
Fuente: EFE