Solange murió por avanzado estado de cáncer. Su padre Pablo Musse había viajado de Neuquen para verla por última vez. En Córdoba le negaron el ingreso.
“Ver a mi papá es lo que más quiero en este mundo”, había pedido el jueves Solange Musse. Tenía cáncer de mama en estado avanzado y murió este viernes por la madrugada sin poder reencontrarse con Pablo. El hombre había viajado desde Neuquén para poder acompañarla en Córdoba, pero no le permitieron entrar a la provincia por los controles sanitarios de coronavirus. Ahora se confirmó que no estaba infectado.
La mujer tenía 36 años y, acompañada por su mamá, cursaba una terapia oncológica en Alta Gracia. Su papá, a quien no veía desde febrero, intentó llegar a la provincia para acompañarla, pero agentes sanitarios no lo dejaron ingresar. “Me siento mal porque quiero verlo. Lo necesito un montón para poder seguir el tratamiento. Necesito su acompañamiento, mucho, mucho, mucho”, expresó Solange en diálogo con Arriba Argentinos (eltrece) un día antes de morir.
Pablo Musse partió desde Plottier, en Neuquén, con la intención de llegar a Alta Gracia, en Córdoba. Además de tener los permisos correspondientes para trasladarse durante la cuarentena, uno de los requisitos para ingresar a la provincia es someterse a un hisopado que arroje resultado negativo por coronavirus dentro de las 48 horas anteriores al viaje. Llegó a Huinca Renancó, ubicado en el límite con La Pampa, el domingo pasado a las 6 de la mañana.
Como él no había podido costear el test por su cuenta, allí le hicieron dos hisopados que arrojaron “resultado dudoso”. Los agentes sanitarios le explicaron que los diagnósticos no significaban que tuviera coronavirus, pero que podría haberlo tenido o que podría, tal vez, tratarse de una infección. De todas formas, no lo dejaron ingresar a la provincia.
Según contó Pablo, el Director del Hospital de la ciudad en la que le hicieron el control fue quien dio la orden de que regresara a su casa. Salió desde allí con custodia y, en el trayecto, lo acompañaron ocho móviles policiales que fueron turnándose de acuerdo a los distritos. Tanto a él como a su cuñada, que viajaba como acompañante, les prohibieron entrar en algún lugar para ir al baño.
Visiblemente angustiada por lo que vivió su papá, la mujer manifestó que lo que pasó “no era justo para nadie” y lamentó que haya otras personas que estén viviendo lo mismo. A través de una carta que había escrito para pedirle a las autoridades una solución, afirmó que el episodio fue “inhumano, humillante y muy doloroso”. “Hicieron lo que quisieron como si fueran delincuentes”, criticó.
“Espero verlo prontito porque lo amo y lo extraño con toda mi alma. Es súper injusto que en algunos lugares puedas pasar y en otros no, solamente pido ver a mi papá. Solo eso. Verlo como cualquiera necesita ver a su familia cuando está mal”, había pedido.
“Ver a mi papá es lo que más quiero en este mundo, nada más que eso. Nos sacaron el derecho de poder vernos”, lamentó.
Tras enterarse de la muerte de su hija y con el resultado que confirma que no está contagiado de coronavirus, Pablo le contó al programa televisivo local El Show del Lagarto que este viernes emprendió viaje nuevamente hacia Córdoba para acompañar a su esposa. “Tengo todos los permisos. Tanto que me rompieron las p…, el hisopado me dio negativo. Estos hijos de p… no me dejaron ver a mi hija”, expresó entre lágrimas.