Se trata de un electrocardiógrafo que estaba en la sala Covid de médicos y tiene un costo aproximado de 1500 dólares.
Pese al incansable trabajo que desempeñan los profesionales de la salud en el actual contexto de pandemia por el coronavirus, al Hospital José María Cullen no lo perdonaron y la delincuencia se hizo presente en el efector de salud.
Una médica notó la faltante de un electrocardiógrafo que se encontraba en la sala de aislamiento Covid-19 dentro de la sala de médicos. La ausencia fue detectada al mediodía del pasado lunes. El equipo tiene un valor aproximado de 1.500 dólares.
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El director del hospital provincial reveló que se realizó la denuncia en las dependencias policiales cercanas al efector, pero hasta el momento no pudieron recuperarlo. “lo sucedido es muy triste y vamos a realizar una investigación exhaustiva”, contó Juan Pablo Poletti a Despacho Digital
El nosocomio cuenta con cámaras de seguridad y con personal policial dentro del edificio que monitorea permanentemente todos los movimientos: “no puede ser que pasen estas cosas“, agregó el doctor a este medio.