El presidente de EE.UU. había sugerido que habría que estudiar una inyección de desinfectante como tratamiento contra el coronavirus.
El Centro de Control de Envenenamientos de Nueva York recibió este viernes 30 llamadas relacionadas con la exposición a la lavandina (lejía), el desinfectante Lysol (una marca de productos de limpieza y desinfección) y otros artículos de limpieza poco después de las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, en las que sugirió que la inyección de estos productos en vena podría ayudar a tratar el coronavirus.
De acuerdo con datos provistos a Efe, el departamento manejó por teléfono nueve casos por exposición al Lysol, diez relacionados con la lavandina y once con otros productos de limpieza del hogar.El Centro de Control de Envenenamientos no especifica qué tipo de exposición hubo en estos casos, si fue por contacto con la piel o ingeridos, pero sí informa que ninguno requirió de admisión a un hospital ni desembocó en ningún fallecimiento.
Los datos del Centro muestran un importante aumento con respecto a los que se manejaron en el mismo periodo en 2019, en el que se atendieron dos casos relacionados con la lavandina (lejía) y trece relacionados con productos de limpieza del hogar. Los casos se producen pese a la reacción en cadena de la comunidad científica a los comentarios del jueves 23 de Trump.
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Los fabricantes de desinfectantes usados en millones de hogares, sobre todo durante la pandemia de coronavirus, también emitieron comunicados asegurando que sus productos no deben ser consumidos.
Reckitt Benckiser, la compañía británica que fabrica el desinfectante hogareño Lysol, se refirió en una declaración a “recientes especulaciones y actividades en los medios sociales” para negar que se pueda ingerir o inyectar .
“Como líderes globales en productos de higiene y para la salud debemos dejar en claro que, bajo ninguna circunstancia, nuestros productos desinfectantes tienen que administrarse adentro del cuerpo humano (sea por inyección, ingestión o cualquier otra ruta”, indicó la empresa.
Stephen Hahn, comisionado de la gubernamental Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), y miembro del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre COVID-19, dijo por su parte que él “ciertamente no recomendaría la ingestión de un desinfectante”.
Craig Spencer, médico de salud global en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, señaló que a él lo que le preocupa es “que muera gente por esto”.
“Habrá quienes piensen que es una buena idea”, añadió en una entrevista con el diario The Washington Post. La sugerencia de Trump “no es algo algo nimio, algo dicho al pasar, una idea de que quizá esto funcione. Es peligrosa”, agregó.