El Frente de Todos hizo valer su mayoría y convirtió en ley la reforma a las jubilaciones especiales.
El oficialismo hizo valer su mayoría y logró convertir hoy en ley el proyecto que busca limitar las jubilaciones de privilegio de jueces, fiscales y personal del servicio exterior con 41 votos a favor, 21 en contra y ninguna abstención.
El debate en el Senado se dio en medio de estrictas medidas contra el coronavirus y los rumores de un posible cierre del Congreso. Es por eso que se prohibió el ingreso de periodistas y asesores, como también se reforzó la limpieza e higiene.
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En la votación hubo diez ausentes, entre ellos Adolfo Rodríguez Saá, que recientemente fue operado del corazón, Carlos Menem y Roberto Basualdo, que acaba de llegar de un viaje de Estados Unidos y debió quedarse en cuarentena.
El proyecto enviado por el Gobierno eleva del 12 al 18 por ciento los aportes adicionales al régimen general y, si bien mantiene para los funcionarios judiciales el 82% móvil, establece que el cálculo se haga sobre un promedio de las últimas 120 remuneraciones y no sobre el último sueldo, como hasta ahora. Además, aumenta de 60 a 65 años la edad de los hombres para acceder al beneficio jubilatorio.
El texto, que había sido aprobado hace una semana por la Cámara baja, también establece que para acceder al régimen especial deberán haber trabajado 10 años seguidos en el Poder Judicial o 15 años en forma interrumpida.
