El Senador por el Departamento San Cristóbal, Felipe Michlig mantuvo un encuentro para conocer en detalle la realidad de la empresa y poder garantizar el funcionamiento de la empresa junto con las fuentes laborales.
A pesar de la severa política de ajuste que vino aplicando durante todo el año pasado (que incluyó la venta de activos y recortes de personal), la cooperativa láctea SanCor no logra salir de la asfixia financiera que le provoca un elevado endeudamiento, en un contexto adverso para el sector.
La firma decidió suspender la producción en la planta de procesamiento de leche que tiene en San Guillermo, Santa Fe. Lo que preocupa a proveedores y empleados es que la medida se está extendiendo en el tiempo y no tiene fecha precisa de levantamiento.
En ese marco, el Senador provincial, Felipe Michlig mantuvo una reunión de trabajo con el Presidente de la firma SanCor Cooperativas Unidas Ltda., José Gastaldi, en donde se interiorizó sobre la situación actual de la empresa.
El legislador presentó en la Cámara de Senadores un Proyecto de Comunicación solicitando al Poder Ejecutivo Provincial “se profundice e intensifique las gestiones necesarias ante el Poder Ejecutivo Nacional, para lograr obtener los recursos y aportes de capital de trabajo, con el objetivo de fortalecer la unidad de negocios, aumentar la producción láctea, optimizar el funcionamiento de las plantas procesadoras existentes y salvaguardar las fuentes de trabajo en las distintas localidades donde se encuentran asentadas las mismas”.
Para la localidad donde funciona la planta el cierre tiene un impacto muy negativo sobre sus 10.000 habitantes ante la incertidumbre sobre el futuro de la fábrica que llegó a ocupar a 140 personas y a procesar hasta 650.000 litros de leche.
“Es un tema que nos preocupa por la cantidad de familias que ven amenazadas sus fuentes laborales y por el impacto negativo que esto tiene en la ciudad y la región”. dijo Michlig. Al respecto agregó que “los directivos me aseguraron que la planta no va a cerrar, ya que la necesitan y está modernizada, por lo cual me adelantaron que la idea es que en poco más de 60 días la planta comience a funcionar”.
Además recordó que “por estos días, la planta está con suspensión de tareas, siendo que sus más de 100 empleados, que se encuentran con jornada libre, cobrando parcialmente sus sueldos. Esta planta se dedica a procesar queso blando y mozzarela y es una de las seis plantas que aún quedan en manos de la empresa (3 en Córdoba y 3 en Santa Fe)”.