El hombre habló tras finalizar su visita en el penal de Dolores donde los rugbiers están detenidos. “No son asesinos”, aseguró.
Minutos antes de las 18 de este jueves, comenzó el arribo de familiares de los diez detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa en lo que representa la primera visita desde que todos están alojados en la Unidad Penal 6 de esta ciudad.
“Lo lamento tanto por los familiares de la víctima”, dijo Marcial Thomsen, padre de Máximo, el único que dejó unas pocas palabras mientras cruzaba entre periodistas, cámaras y micrófonos. ” Esto fue una tragedia, no son asesinos”, repitió, tal como había hecho el sábado último, cuando visitó en la comisaría de Pinamar a su hijo, uno de los principales acusados por el asesinato cometido el sábado 18 del actual frente a la discoteca Le Brique.
Al salir de la vista realizada durante algo más de dos horas, el padre de Thomsen volvió a hablar con la prensa. Fue el único familiar de los diez acusados que aceptó dar su opinión. “Tengo miedo de no verlo más en libertad”, expresó. Y agregó: “No creo que sea consciente de la pena”.
Los familiares de los diez detenidos debieron pasar por la oficina de recepción de mercaderías, donde se realiza la correspondiente inspección a efectos de detectar el ingreso de cualquier elemento que pueda perturbar la seguridad del penal.
Luego realizaron la fila en una dependencia lindera, donde entregaron su DNI para generar una ficha de visita. Y luego, por primera vez desde que sus hijos fueron acusados en este caso, debieron someterse a la requisa individual para que el personal del Servicio Penitenciario se asegurase que no ocultaban materiales prohibidos bajo sus prendas.