Según sus propios familiares, el hombre de 51 años era alcohólico y golpeaba a su mujer y a sus hijos.
Un hombre de 51 años fue asesinado y decapitado este domingo en la ciudad neuquina de Zapala y por el crimen detuvieron a dos de sus hijos. Según relataron familiares de los imputados, el móvil del ataque fueron los reiterados maltratos a los que la víctima sometía a su esposa e hijos.
El terrible hecho se produjo este domingo por la mañana en el barrio Zona II de Zapala. Orlando Jara (51) se encontraba junto a sus hijos de 21 y 27 años y tras una fuerte discusión salió a la calle a los gritos. Allí fue atacado a puñaladas y golpes con un hierro por los dos jóvenes.
Según publicó el medio local La Mañana de Neuquén, el mayor de los hermanos “decapitó a su padre, colocó la cabeza sobre su tórax, se sacó una selfie y se la envió a un amigo”.
Tras el crimen, los dos hermanos quedaron detenidos y esta mañana fueron sometidos a una audiencia de formulación de cargos en los tribunales de Zapala. La fiscal jefa Sandra González Taboada y el fiscal de la causa Marcelo Jofré acusaron a los dos sospechosos coautores del delito de “homicidio agravado por el vínculo” y pidieron que queden detenidos con prisión preventiva por considerar que existe el riesgo de que entorpezcan la investigación.
En ese sentido, la fiscal remarcó que “hay testigos que han manifestado su temor” a los acusados y que, incluso, algunos de ellos “tiene custodia policial” desde ayer. Además, uno de los vecinos también manifestó que fue intimidado por uno de los imputados con un cuchillo.
Ante este planteo, la Justicia de Garantías dispuso la prisión preventiva por sesenta días para ambos acusados y fijó un plazo de investigación de cuatro meses.
Por su parte, Diego Jara, el hermano del medio, dijo hoy al diario Río Negro que “los vicios” de su padre “hicieron decaer mucho” a su familia.
“Él siempre estaba borracho y nos golpeaba mal. Se la agarraba con mi mamá y a nosotros no nos quedaba otra que poner el cuerpo por ella. Yo no podía ver llorar a mi mamá en el piso porque mi papá le estaba pegando”, recordó el joven entre lágrimas.
“Ahora estoy partido al medio porque nunca imaginé que iba a llegar a esta situación. Nosotros siempre buscamos hacer las cosas bien. Nunca fuimos de tomar alcohol, de tomar porquerías que te dan en la calle”, dijo.
Según Diego, el mayor de los acusados era un “excelente” soldado voluntario y una “gran persona”, y el menor también era una “gran persona”. “No pensaba que iba a terminar así”, añadió.
En tanto, un hermano de la víctima aseguró que “le duele un montón” lo que sucedió pero que va a “apoyar” a sus sobrinos porque él sabía cómo era su hermano.
“Mi hermano me dijo que un día iba a matar a su familia y se iba a matar él. Así que me lo llevé al campo para prevenir eso y estuvo un par de meses conmigo. Se volvió, me lo volví a llevar y él volvió otra vez”, recordó.
“Conmigo nunca fue violento pero a través de otras personas supe que maltrataba a sus hijos”, indicó el hombre y añadió que sus sobrinos “son buenos pibes”. “Los perdono”, concluyó.