Se retiró del fútbol profesional en 2018. Ahora abrió una tienda de golosinas en Mar del Plata. “Soy un laburante más”, aseguró a Diario Olé.
Diego Villar colgó los botines en mayo de 2018, luego de consagrarse campeón de la Primer B Nacional con Aldosivi y lograr el ascenso a la Primera División.
El ex volante de Unión dejó atrás la pelota y hoy tiene un negocio familiar de golosinas en Mar del Plata: “Hay que salir a pelearla”, aseguró en una entrevista con Diario Olé.
Según él mismo contó, el negocio comenzó ni bien se retiró: “acá encontré un sustento. Me ayudó a calmarme”.
Sobre su nueva vida, el ex jugador Tatengue reveló que debió aprender para adaptarse a este nuevo rubro: “No sabía ni cómo ponerle el precio a una gaseosa. Lo mío siempre fue patear una pelota, no vender un chocolate. Pero le agarré la mano y así cómo me peleaba con los árbitros, ahora me peleo con los proveedores“.
Leer más: Contundente respuesta de Superliga: las fechas no se modifican
El “Pipa” consideró que su retiro “no fue fácil”, pero que era algo que lo tenía asimilado: “Igual, no hay que quejarse. Hay que salir y laburar de lo que sea. No es todo fútbol, yo voy a hacer todo lo que haga falta para alimentar a mi familia”, destacó.
Diego Villar aseguró que está alejado de las canchas, pero no descarta en un futuro regresar para dirigir: “hace un año estoy trabajando con Fernando Ortiz. Somos una dupla técnica, él es el entrenador y yo el ayudante. Tuvimos varios ofrecimientos, pero por una cosa u otra no se dieron. Estamos a la espera”.
“Hay que trabajar y entender que después del fútbol hay otra vida. A mí hoy me toca esto. Y me gusta. Soy un laburante más, como me enseñaron de pibe“, dijo el también campeón de la Sudamericana 2007 con Arsenal.