Fue en un ataque aéreo realizado sobre las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad.
El general Qassem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Al Quds (por el nombre en persa de Jerusalén) de la Guardia Revolucionaria iraní, ha muerto en la madrugada de este viernes en lo que el Pentágono confirmó como un ataque con drones dirigido por los Estados Unidos sobre las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad, capital de la República de Irak.
Si bien se desconoce como se desarrolló el ataque y la identidad de los restantes fallecidos, el departamento de Defensa norteamericano citó: “A dirección del Presidente, las Fuerzas Armadas de EE.UU. tomaron una decisiva acción para proteger al personal estadounidense en el exterior matando a Qasem Soleimani”.
Tras este punto Donald Trump se pronunció desde sus redes sociales publicando únicamente una imagen, la bandera de los Estados Unidos. Por su parte, el secretario del Departamento de Estado, Mike Pompeo, subió un video aparentemente de las calles de Irak: “Iraquíes bailando en las calles, agradecido de que Soleimani no está más”.
Lo cierto es que el ataque se produjo tras varias jornadas donde la escalada de tensiones entre la República Islámica de Irán y los Estados Unidos sumaba nuevos y complejos episodios.
7 días de tensión
El pasado viernes 27 de diciembre Estados Unidos denunció ante la comunidad internacional que Kataib Hezbollah, una milicia iraquí pro iraní lanzó más de treinta cohetes contra una base militar cerca de la ciudad de Kirkuk, provocando la muerte de un contratista norteamericano e hiriendo a otros cuatro militares.
Como respuesta, dos días después los ataques aéreos estadounidenses del domingo golpearon cerca de una ciudad en la frontera siria. El saldo, 24 muertos y más de 50 personas heridas.
Pero además de los fallecidos, el hecho generó una sensación generalizada de rechazo y hartazgo en suelo iraquí dejando en segundo plano las movilizaciones espontáneas contra la clase política local, así como con el aliado de turno (Irán) reavivando el sentimiento contra la presencia estadounidense.
El martes 31 de diciembre la embajada de los Estados Unidos en Bagdad fue asediada por miles de manifestantes reunidos en el último día del año para condenar los bombardeos auspiciados por Washington en la frontera sirio-iraquí contra una facción proiraní.
Todo esto hasta llegar al día de hoy, fecha en la cual el ataque tiene lugar después de que el secretario de Defensa, Mark Esper, advirtió que “el juego ha cambiado” y que Estados Unidos consideraría ataques preventivos para evitar ataques.
La respuesta de Irán
Lo más temido por estas horas. Al momento, el ayatolá Ali Khamenei se comprometió a “vengar” la muerte de Qassem Soleimani al tiempo que decretó tres días de duelo nacional en su país.
En un comunicado publicado por medios oficiales persas, el ayatolá culpó a la “gente más cruel de la tierra” del asesinato del “honorable” comandante que “luchó valientemente durante años contra los males y los bandidos del mundo”.