Lo oficializó en el boletín oficial de este sábado, bajo el decreto 96/2019. También invitan a las provincias a sumarse a la iniciativa.
Como estaba previsto, el Gobierno prohibió la compra y el uso de pirotecnia sonora para todos los actos públicos organizados por el Poder Ejecutivo Nacional e invitó a todas las provincias a sumarse a la iniciativa. Lo hizo a través del Decreto 96/2019 publicado este sábado en el Boletín Oficial.
La medida fue firmada por el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, quien esta semana contó que la idea de eliminar los fuegos artificiales de los eventos oficiales le llegó a través de recomendaciones en Twitter.
“Prohíbese la adquisición y uso por parte del Sector Público Nacional, en los términos del artículo 8° de la Ley N° 24.156, de artículos y de artificios de pirotecnia, de estruendo o sonoros en los eventos y/o espectáculos que organice”, explicó el primer artículo del documento.
Leer más: El gobierno recibió a empresarios y sindicatos
El Decreto aclaró que “quedan excluidos” de esta norma “aquellos artificios pirotécnicos y/o explosivos utilizados para emitir señales de auxilio, emergencia o lucha antigranizo, aquellos que sean de uso de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y/o acciones de defensa civil y los destinados al uso industrial, minero u otra actividad productiva o extractiva”.
Por último, el Gobierno invitó “a adherir a la presente medida a las provincias, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a las municipalidades” y precisó que la prohibición entró en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial.
Entre los considerandos, el Ejecutivo señaló que “la Constitución Nacional establece en su artículo 41 que todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo”.
Además detalla que “existen diversos estudios científicos que permiten comprobar que el uso de artículos y artificios de pirotecnia, de estruendo o sonoros afecta la calidad auditiva de la población, en particular, de los sectores más vulnerables de la sociedad entre los que se encuentran los niños y las niñas y los ancianos y las ancianas, así como también a la fauna y al ambiente en general”.