Encontraron al animal en el río al lado de su madre muerta. Lo criaron durante meses hasta que le dijeron que era un animal salvaje.
Florencia cuidó a Tito después de encontrarlo hambriento con una semana de vida. Pero ahora que una fundación lo está cuidando, lo extraña mucho. La joven de 18 años nunca sospechó que a quien trataba como a su mascota era en realidad un puma.
La adolescente tucumana estaba pescando con su hermano en Santa Rosa de Leales, Tucumán, cuando escucharon el ruido de un animal y al acercarse vieron a dos felinos en una cueva amamantándose de su mamá fallecida. Con pocas semanas de vida, tenían la muerta asegurada por lo que los hermanos decidieron tomar a los dos “gatitos” para ayudarlos.
Los bautizaron como Dani y Tito, pero la hembra estaba muy débil y falleció una semana después remarca el portal Filo.news. Tito pasó dos meses en la casa de la familia. Era un fiel compañero para Florencia: “Me seguía a todas partes. Acá donde vivo nunca le faltó carne, leche, ni nada. Era una mascota para mí. Lo extraño un montón. Él me esperaba cuando llegaba de la facultad y cuando le silbaba como un pajarito siempre venía”.
Pero de tanto jugar, se lastimó una patita y por eso lo llevó al veterinario. “El veterinario no sabía ni siquiera que era. Él sospechó que no era un gato normal”, y se contactó con una especialista de una reserva. Ahí le confirmaron que Tito no es un gato, es un puma yaguarundí.
Llamó a la Fundación Argentina de Rescate Animal (FARA): “La fundación actuó muy rápido, llegaron y las chicas me dieron contención. Si vos lo criás y lo consentís, sentís como que es tuyo y te causa dolor que se lo lleven, pero en el fondo sé que está bien que se lo lleven y lo reintegren a la naturaleza. Me parece mal que las personas se adueñen de animales así o los vendan sin importarles lo que les pase”, contó Florencia.