La Cámara Baja santafesina le dio sanción definitiva a la iniciativa que establece una capacitación obligatorias de todos los niveles del Estado provincial.
La Cámara de Diputados aprobó de manera definitiva la denominada Ley Micaela, que establece la capacitación obligatoria en género y violencia contra las mujeres de los agentes del Estado provincial.
“El asesinato de Micaela en 2017 dejó al descubierto el falaz funcionamiento de la justicia y la formación patriarcal que tienen agentes del Estado de los tres poderes.
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“El femicida de Micaela tenía que estar en la cárcel, pero su libertad condicional fue aprobada por un juez que desestimó los informes que la desaconsejaban”, indicó la diputada provincial de Igualdad y Participación, Silvia Augsburger, autora del proyecto.
“Este femicida, como tantos otros, fue beneficiario de un sistema hecho a la medida de los varones. Es por eso que creemos imprescindible que todas las personas que van a desempeñar un rol en el Estado, sea en el cargo y jerarquía que sea, reciban capacitación sobre violencia de género”, expresó.
La ley sancionada establece la capacitación obligatoria en perspectiva de género y violencia contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los tres poderes.
La formación en perspectiva de género y violencia contra las mujeres incluye como contenidos mínimos la legislación provincial, nacional y las convenciones en las que Argentina sea parte.
Abarca además la comprensión del fenómeno de los estereotipos y discriminaciones de género por orientación sexual o identidad de género y la particular forma en que se expresan o impactan en cada área específica de actuación.
“Es necesario capacitar en perspectiva de género al personal del Estado porque si se sigue actuando del mismo modo no van a obtenerse resultados diferentes. Hasta aquí no se ha logrado detener la epidemia de violencia contra las mujeres, lesbianas, trans, travestis y todas las identidades que no responden a la norma heteropatriarcal”, planteó la legisladora.
“No se ha logrado revertir las causas estructurales profundas de la desigualdad entre varones y mujeres que es el origen primero de la violencia de género. Sí es cierto que han habido enormes avances en la situación de las mujeres, pero la lectura de las páginas policiales de los diarios en todo el país nos sigue mostrando la incapacidad del Estado para frenar la violencia”.
“Entonces hay que transformar al Estado, hacerlo eficaz, y la capacitación de las personas que actúan en su nombre es imprescindible para ello”, agregó.