Durante 23 años, Daniela Soldano estuvo a cargo de la dirección de la Escuela Patricias Mendocinas de Sastre, un pueblito al oeste de Santa Fe. Pero por su oposición a las fumigaciones, le iniciaron un sumario, la pusieron en una “lista negra” y la desplazaron. Todo un síntoma de cómo se vive en los lugares donde prevalece el agronegocio.
Por: Ricardo Serruya
En el borde oeste de la provincia de Santa Fe, a 139 kilómetros de la capital santafesina, se encuentra el municipio de Sastre y Ortiz, una pequeña ciudad que no llega a los seis mil habitantes. Para llegar desde Santa Fe hay que tomar la vieja ruta 19, hoy autovía, que la une con la capital cordobesa y luego desviarse hacia el oeste. Un portal la anuncia. Los tractores y “mosquitos” fumigadores conforman la escenografía de una localidad que hizo de su producción agrícola transgénica su principal fuente de sostenimiento.
En este pueblo chico, donde todos se conocen, hoy muchos vecinos están peleados: el control y la limitación para poder fumigar es el tema que los separa. El paradigma de esa situación que se vive en Sastre y Ortiz es Daniela Soldano, quien hace 32 años es docente y 23 directora de la Escuela Patricias Mendocinas.
Al llegar a Sastre, el modelo de producción agrícola transgénica quedó a la vista: los tractores y “mosquitos” conforman la escenografía.
A las más de dos décadas de trabajo como directora hay que agregarle que jamás tuvo un llamado de atención, que posee un currículum intachable y que ocupa ese cargo directivo después de ganar el concurso con la nota más alta. Pero la historia laboral de Soldano quedó, al menos temporariamente, eclipsada. Un sumario la separó de su cargo.
Todo comenzó el 12 de mayo, cuando le anunciaron que la desplazaban de la dirección por una causa administrativa. Se la acusó de haber colocado a un reemplazante que no se encontraba escalafonado. Ella expuso sus argumentos: “Debía reemplazar un profesor que toma licencia y como los que se encontraban anotados no respondían o no aceptaban, convoqué a un docente que ya había trabajado”, dice. Y agrega: “Lo hice para asegurar que los chicos tengan clases con personal que los contenga, con un docente que no es amigo ni familiar, que es idóneo. Hace años que trabaja como profesor de acompañamiento en el plan de mejoras y fue capacitado en el programa escuela abierta. Consideré prioritario que los chicos no pierdan el día de clase”.
Con una excusa burocrática, el municipio de Sastre elaboró un sumario para “sacarla del medio”. Soldano dice que la verdadera razón es que se opone a las fumigaciones.
Daniela vierte sus argumentos y, enseguida, reflexiona sobre el rol de las docentes en general, y de las docentes de zonas rurales en particular: “¿Qué es calidad educativa, dejar a los chicos sin clases? Acá lo burocrático se usa para armar un sumario, todas las escuelas de la provincia tienen estas cuestiones y los directores ponemos el hombro. Y vuelve a preguntar: “¿Cómo creen que funciona la escuelas? Poniendo el hombro, trabajando con otros. No podía permitir que esos alumnos tengan horas libres. Me desplazan por que soy una directora que tiene ideas firmes y lucha por la defensa del medio ambiente, porque hace años que incorporo el derecho a la salud como contenido en las materias, porque participo con los alumnos de todas las manifestaciones que se relacionan con la lucha por los derechos a un ambiente sano, por la igualdad de género, los derechos de la mujer”.
Soldano no duda que usan este hecho puntual como una excusa para “sacarla del medio”. Su manera de pensar y de actuar les resulta molesta. Y quizás el origen de todo sea el 5 de junio del año pasado, cuando alumnos de su escuela que integran el Centro de Estudiantes participaron del día mundial del ambiente y asistieron a una concentración que se realiza en la Plaza Independencia. “Este hecho fue decisivo para mi trayectoria –relata la docente– porque me hizo entrar en una especie de “lista negra” y empiezo a ser perseguida por el Ejecutivo Municipal”.
La respuesta no se hizo esperar: a los pocos días, el Poder Ejecutivo Municipal le comunicó que ya no se iba a hacer cargo del pago de servicio de Internet que se utiliza en el establecimiento, un monto que desde hace años afronta y que formaba parte del programa “Conectar Igualdad”, donde la Nación proveía computadoras y el Gobierno de la Provincia la conexión a internet. Soldano frenó la represalia con una denuncia ante el Ministerio de Educación de la Provincia.
La gestión municipal nunca vio la causa de los autoconvocados como un derecho a la salud. Se pone en la otra vereda y respalda a los productores agropecuarios”
Daniela Soldano
Resultaba evidente que se trataba –sobre todo teniendo en cuenta lo bajo que resulta el pago de dicho servicio para las finanzas de un Municipio como Sastre– de un acto de persecución.
Fue uno más de muchos que vendrán y que finalizó con su sumario.
Me desplazan del cargo porque hay muchos intereses en juego. La gestión municipal nunca vio la causa de los autoconvocados como un derecho a la salud, sino como referentes políticos opositores. Entonces se pone en la otra vereda y respalda a los productores agropecuarios. La municipalidad sale del lugar que debiera ocupar que es el de apoyar a los ciudadanos y defender la salud de sus pobladores. No toma una postura neutral”, relata el detrás de escena.
Danuela Soldano
El sumario fue observado por la abogada que representa a Daniela a través de un recurso de revocatoria donde se impugnan las pruebas justificando que existen hechos denunciados que son falsos. Otro hecho curioso es que la misma persona que investiga el caso es la que junta las pruebas, hace el sumario, notifica, recibe la revocatoria y resuelve. Con justa razón Soldano y su abogada relatan que no hay garantías.
Pero Daniela Soldano posee la integridad y la fortaleza de las que se saben con razón: “Me desplazaron del cargo haciéndome un sumario que, posiblemente dure tanto que llegará antes que mi jubilación. Pero no me quedaré quieta, no permitiré que se manche mi trayectoria, lo que está en juego es mi honor y mi lucha a favor de valores que considero innegociables y que no bajaré a esta altura de mi vida. Son los valores que he promulgado en las aulas, los que les inculque a mis hijos. Quizás mi destino sea el de retirarme de la docencia luchando pero quiero que se haga justicia”.