La Justicia de Santa Fe encontró culpable de violación al ex boxeador, que deberá enfrentar su pena en prisión. El ex campeón mundial peleó con Mayweather y “Canelo” Álvarez.
Carlos Manuel “Tata” Baldomir es dueño de una de aquellas historias de novela y películas del deporte Mundial. Vendiendo plumeros y con el sueño de ser campeón del mundo, forjó su carrera como deportista en el mundo del boxeo al punto que retuvo el título welter por 9 meses, hasta que fue arrebatado por Floyd Mayweather. Sin embargo, después se convirtió en el villano.
Comenzó su carrera en el año 1993, pero no fue hasta comienzos del nuevo siglo que logró meterse en la elite del boxeo. En esos años, logró quedarse con algunos títulos vacantes hasta que en 2006 llegó el gran momento de su carrera frente al norteamericano Zab Judah en el Madison Sqaure Garden al que venció y se quedó con el título del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) del peso welter.
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Luego llegó su defensa ante Arturo Gatti, un canadiense, y después de esa llegó la gran batalla que lo salvaría económicamente. Enfrente de él, apareció un joven Floyd Mayweather que ya venía con un impresionante invicto y que también se llevó la batalla, dejando sin corona al argentina, tras 9 meses desde su victoria.
Sin embargo, desde allí todo fue cuesta abajo y se terminó de cerrar su ciclo Mundial ante el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez. En el Staples Center de Los Angeles, el de Guadalajara le dio un golpe letal y a partir de allí nunca más se pudo levantar, pero ya contaba con su familia y dinero para vivir.
“Cuando vendía plumeros, si no vendía no comía. Hoy estoy muy feliz porque mis hijos tienen lo que yo quise: una buena casa, estudian y les dejé el futuro asegurado. Hoy me siento bien por todo lo que hice y tranquilo por lo que tengo, porque sé que con eso puedo vivir bien”, afirmó en una de las tantas entrevistas.
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Sin embargo, en aquella entrevista también anticipó algo de lo que vino después. “¿Qué quisiera en mi vida? Que todo esto lindo que me pasó en mi vida termine bien, que tenga un buen final la historia mía: de vender plumeros, ser campeón… Terminar bien. Casi todos los boxeadores terminaron mal, no están preparados. Que dentro de 10, 20, 30 ó 40 años, cuando me toque irme, esté bien”.
Y eso fue lo que ocurrió, sin otra mayor responsabilidad que la suya. Este miércoles la Justicia de Santa Fe lo encontró culpable de “abuso sexual con acceso carnal calificado y abuso sexual gravemente ultrajante calificado”contra su hija cuando tenía entre 8 y 9 años, y ahora deberá enfrentar una condena de 18 años.