Por Martín Sperati
Hace un par de días, Eduardo Di Pollina dijo que en muchos sectores del partido Socialista no van a acompañar a la fórmula presidencial Lavagna – Urtubey. Estos dichos generaron sismos dentro de las filas socialistas, especialmente en Santa Fe.
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En ese marco y en la jornada de este martes, Miguel Lifschitz le respondió al legislador tratándolo de díscolo y aseguró que la decisión de apoyar al espacio de Consenso Federal fue producto de un acuerdo orgánico en el partido que lidera Bonfatti.
Al mismo tiempo, el ex gobernador rubricó un documento del partido Socialista zanjando de algún modo la grieta que se originó en el partido y echó por tierra las especulaciones sobre el apoyo a la pre candidatura del ex ministro de economía. Lo raro es que en el comunicado no lo nombran a Urtubey, que es fruto de la discordia para todo el arco progresista que lo considera casi en las antípodas de su ideario.
El comunicado comienza diciendo “El Partido Socialista integra Consenso Federal”. Este documento pone de manifiesto el objetivo de conformar la tercera vía por fuera del macrismo y el peronismo, pero al mismo tiempo, está indicando una pequeña ruptura – imperceptible para algunos – de ciertos dirigentes que no están cómodos dentro del Frente Progresista con la decisión del socialismo.
Cuando empezamos a escarbar, hay sectores que no se sienten representados por Lavagna. El ejemplo de Alicia Gutierrez que legisla en las filas del FPCyS, pero tiene autonomía propia: ella dice “a mí no me cuenten para esto”.
Visiblemente esto tiene que ver con lo que se perdió en la provincia, más allá de que el FPCyS gana las dos intendencias más importantes de la provincia: Santa Fe y Rosario, pero pierde la gobernación. Y en este caso se empiezan a ver algunas filtraciones que están indicando que la cosa no anda bien.
El Socialismo no está fuerte. La casa no está en orden.