Son dos de las variables contenidas en el avance del Presupuesto 2020, que ingresó este miércoles a la Cámara de Diputados.
El Gobierno envió a la Cámara de Diputados, por última vez en la actual gestión, el avance del Presupuesto 2020, que entre otras cosas proyecta una inflación del 26,1% y un crecimiento del 3,5% del PBI para ese año.
El texto lleva las firmas del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujove, y hace un balance de los indicadores económicos al mes de mayo, a la vez que adelanta algunas proyecciones para 2020.
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“El programa económico de los últimos tres años y medio sentó las bases para crecer de manera sostenida y avanzar de forma definitiva en la reducción de la pobreza”, sostiene el avance del Presupuesto.
Agrega que “la acelerada convergencia al equilibrio de las cuentas públicas y externas, y la eliminación del financiamiento monetario -todos elementos que se verifican en la actualidad- son pilares necesarios para el desarrollo económico futuro de la Argentina”.
Para este año, el Poder Ejecutivo proyecta una caída de la actividad económica en torno al 0,8%, mientras que para 2020, pronostica un crecimiento del PIB del orden del 3,5%, “liderado por la inversión y por el buen desempeño que continuarán mostrando las exportaciones”.
A su vez, para este año se espera que la inflación arroje “un valor algo inferior” a las expectativas del Banco Central. “En la dinámica mensual, se espera una desaceleración hacia fin de año, llegando a 2,1% en noviembre.
El indicador sigue esperando, asimismo, un sendero de desinflación de cara a los próximos años, con expectativas de 26,1% en diciembre de 2020 y 19,1% en diciembre 2021”, dice el texto.
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El índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló una suba de 17,9% a mayo de 2019. Según el avance del Presupuesto, “la aceleración de la inflación en los primeros meses se explica principalmente por las subas de los precios de alimentos, más puntualmente las carnes”.
A la hora del balance, el Ejecutivo resalta la baja de 2,5% del PBI de la presión tributaria entre 2015 y 2019, cuando en los 12 años de gestión kirchnerista este indicador había aumentado “11,4 puntos”, lo que “imponía una traba para el desarrollo del sector privado”.
Por otra parte, se destaca que “el conjunto de políticas implementadas y el acuerdo con el FMI han permitido atravesar la turbulencia financiera de una manera diferente a la que históricamente ha ocurrido en Argentina. No se produjeron disrupciones con efectos permanentes sobre la economía. No se rompieron contratos, no se fijó el tipo de cambio ni se implementaron restricciones o cepos”.
Respecto del empleo registrado, en 2018 “creció un 0,6% promedio anual”, de acuerdo con datos del Ministerio de Producción y Trabajo. En el sector privado, este indicador “aumentó un 0,7% promedio anual, debido a una suba de 2,6% del empleo registrado en el monotributo, con 40.000 nuevos trabajadores, y un incremento de 0,1% de los asalariados, con 8.000 nuevos puestos”.
Asimismo, “los salarios reales comenzaron a recuperarse en el primer trimestre de 2019. La Remuneración Promedio Imponible de los Trabajadores Estables (RIPTE) aumentó 34,6% interanual en el primer trimestre del año y a marzo de 2019 acumula tres meses consecutivos de incrementos reales”.
Otro de los indicadores que resalta el avance del Presupuesto es que “entre marzo y mayo la Asignación Universal por Hijo (AUH) aumentó 77,3% interanual, debido a la decisión de adelantar al mes de marzo el cobro de todo el aumento establecido para 2019”.
“El incremento del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) también se adelantó, aumentando de $11.300 a $12.500 en marzo, cuando el incremento estaba previsto para el mes de junio”, indica el Ejecutivo.