Por Martín Sperati
Ayer el Presidente Mauricio Macri dio una conferencia de prensa en Casa Rosada. En realidad no vimos a un Presidente. Vimos a un candidato. Porque al lado de él estaba Miguel Ángel Pichetto. Lo más atinado hubiese sido que junto a él se haya sentado parte de su equipo para explicar las turbulencias que aún persisten.
El Jefe de Estado culpó al kirchnerismo por la suba del dólar y el riesgo país. Dijo que es una muestra de lo que va a pasar, responsabilizando al ganador de la elección por el impacto en los mercados.
Me llamó la atención que el mandatario nacional le haya echado la culpa al electorado diciendo que “la gente aún no entendió en la forma que votó”. En todo caso, algo le dijo el electorado que le dio un baño de realidad.
El votante que tiene algún nivel de sensatez – no el fanático – interpreta perfectamente lo que pasó y lo que está pasando. No podemos decir que en el futuro se mueven las condiciones de tal manera porque no lo sabemos: es contrafactico.
La reacción que tuvo Alberto Fernández, la podemos analizar desde muchos lados. Fernández es un candidato consagrado en una primaria. ¿Qué nivel de responsabilidad tiene?. Ayer el candidato del Frente de Todos dijo que “el gobierno tiene que resolver esto”. Y si lo pienso en el plano formal, tiene razón.
El Gobierno tiene que garantizar gobernabilidad, porque en el medio hay personas.
Como periodista y ciudadano esperaba que el Presidente – elegido por la voluntad popular – haya explicado cómo va a salir al cruce a esta corrida cambiaria que nos hace más pobres.
Lamentablemente esto no pasó…
