Este lunes, fecha de la segunda audiencia en el juicio por la adjudicación de obra pública, los legisladores no tienen tareas asignadas, pero la exmandataria podrá argumentar “tareas particulares” que deba atender acorde a sus funciones.
El Tribunal Oral Federal N° 2 que tramita la causa “Vialidad” en el que se encuentra involucrada Cristina Kirchner, respondió al pedido de su defensa de no asistir a las próximas tres audiencias y la autoriza a ausentarse, pero solo si las mismas se superponen con su agenda en el Senado.
La pregunta que se plantea entonces es qué actividades tiene previstas la senadora Fernández de Kirchner para el próximo lunes. Y la respuesta es: ninguna.
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Los lunes y los viernes suelen ser jornadas sin actividad por parte de los legisladores en ambas cámaras, atendiendo que diputados y senadores llegan desde las provincias los días martes y retornan a las mismas los jueves.
Así, entre esos tres días se distribuyen las actividades legislativas, que consisten en el trabajo en comisión y -los miércoles- en el recinto. Cuando hay sesión, cosa no muy frecuente este año.
La ex Presidenta integra cinco comisiones, todas en calidad de vocal. Son las de Asuntos Constitucionales; la de Relaciones Exteriores y Culto; la de Presupuesto y Hacienda; la de Banca de la Mujer y la de Servicios Ferroviarios de Pasajeros Estrella del Valle y del Tren del Dique.
Para la semana venidera ninguna reunión de esas comisiones está prevista, aunque, cabe reiterarlo, los lunes no se reúnen nunca ni los viernes. Y la segunda audiencia del juicio que tramita el TOF 2 es este lunes.
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En rigor, la defensa de la expresidenta puso tres argumentos para pedir que se la eximiera de asistir. El primero, porque “conoce acabadamente” la causa y en estas audiencias lo que se hace es proceder a la lectura de la misma.
Otra razón esgrimida es que cada desplazamiento de Cristina Fernández de Kirchner a Comodoro Py obliga a organizar un amplio y costoso operativo de seguridad, que la defensa está preocupada por evitar.
Y el otro argumento es que en virtud del cargo que ostenta “debe cumplir tareas oficiales que pueden superponerse con el desarrollo de las audiencias”, perjudicando así al resto de las partes.
